La terapia asistida con medicación trata el trastorno por consumo de sustancias mediante una combinación de asesoramiento y medicación.
Aunque puede ser muy eficaz, existen barreras a la TMA en North Carolina que pueden impedir que muchas personas reciban tratamiento.
El MAT es muy caro, lo que puede impedir que la gente busque y reciba tratamiento. Según North Carolina Health News, el Departamento de Salud y Servicios Humanos ha proporcionado fondos para ayudar a sufragar el coste para algunas personas. Sin embargo, se calcula que una de cada 20 personas del North Carolina padece un trastorno por consumo de sustancias, y los fondos sólo han servido para tratar a entre 10.000 y 12.000 personas.
Uno de los medicamentos utilizados en el MAT, la naltrexona, puede causar efectos secundarios graves si quedan residuos de opiáceos en el organismo. Los pacientes deben estar completamente limpios durante siete a diez días antes de poder iniciar el tratamiento. Para ello, deben pasar primero por el difícil proceso de desintoxicación.
Otros medicamentos utilizados en los TMA son la metadona y la buprenorfina. Los controles sobre estos medicamentos son tan estrictos que los médicos tienen que solicitar una exención para recetarlos para tratar el trastorno por consumo de sustancias. Sólo pueden recibir la exención si completan un programa de formación de ocho horas. Sólo el 7% de los médicos de Estados Unidos ha recibido la formación necesaria para recetar medicamentos para MAT.
Lo irónico es que los controles que regulan los medicamentos para tratar los trastornos por consumo de sustancias son más estrictos que los de los opiáceos. Muchas de las personas que se vuelven adictas a los opiáceos empezaron a tomarlos por prescripción médica para una dolencia legítima.
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