Cuando se trata de cargos penales, las acusaciones de violencia doméstica pueden afectar a su vida de numerosas maneras. Junto con los posibles problemas legales y el daño a su reputación, también puede ser objeto de un orden de protección contra la violencia doméstica (DVPO).
Las personas que se enfrentan a acusaciones deben entender cómo funcionan estas órdenes y qué pueden hacer para evitar infringirlas. He aquí algunos puntos clave a tener en cuenta.
Una DVPO impone ciertas normas relativas al contacto entre individuos. Por ejemplo, el sujeto de la orden no puede relacionarse con el demandante de ninguna manera y puede tener que salir de su casa para asegurarse de que sigue las directrices. No puede ir al lugar de trabajo del demandante ni al colegio de sus hijos. El juez también puede imponer normas adicionales en función de las circunstancias.
Las órdenes de protección ex parte/temporales se aplican en los casos en que el tribunal determina que la persona que las solicita se enfrenta a una amenaza inmediata. La orden puede entrar en vigor el mismo día de la presentación o en un plazo de 72 horas. Las órdenes ex parte/temporales no requieren su comparecencia, pero debe estar presente en la audiencia final de la orden de violencia doméstica. En la vista, el tribunal le ofrecerá la oportunidad de defenderse de las acusaciones.
Con las órdenes ex parte/temporales, la protección sólo dura hasta la vista judicial relacionada con la orden definitiva. Esta suele durar de siete a diez días. Con una orden definitiva, la protección puede durar hasta un año. También se puede solicitar la prórroga de la orden por otros dos años.
Es crucial que siga las normas impuestas por la orden para evitar graves problemas legales. Incluso si cree que las acusaciones contra usted carecen de fundamento, acatar la ley es la mejor manera de protegerse y proteger sus intereses.
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